Es relativamente fácil reconocer tus talentos cuando te dedicas a cualquier faceta artística. Sin embargo, a la mayoría de las personas les cuesta muchísimo reconocer aquello que les encanta hacer y para lo cual tienen habilidades innatas.

La pasión es el motor de los logros en todos los campos.

Tal y como afirmaba Ken Robinson, autor del recomendadísimo El Elemento si es que estás en la búsqueda del tuyo, la pasión, el motor de la motivación, es la gasolina que nos hace levantarnos un día gris para comernos el mundo. Sin embargo, muchas personas lo han dejado aparcado anteponiendo las responsabilidades o la costumbre, es lo que los psicólogos llaman “fijación funcional”, sin plantearse si quiera que otra manera de vivir más plena es posible.

En mi experiencia como coach de empresas, he visto muchísimas personas que no se plantean un cambio de vida a pesar de la insatisfacción. Entonces llegan las grandes excusas;

¡Entonces llegan las grandes excusas!

“No sé lo que me apasiona”

“No sé en qué soy buena”

“Ya es tarde. Soy demasiado mayor”

“No tengo tiempo”

¡Vamos!, un sinfín de respuestas que nos dejan en el mismo lugar que estábamos, en el de la apatía y la resignación.

Pero cuando realmente existe el propósito y deseo de vivir plenamente no hay lugar para las excusas.

Pero…¿Cómo identifico yo mis talentos?

Si no sabes qué te apasiona, busca dentro de ti, vuelve a tu infancia y echa un vistazo a ver qué encuentras. Si no sabes cuáles son tus cualidades más destacables pregunta a tus amigos y familiares, en algunas de ellas te reconocerás.

Si no sabes cuáles son tus cualidades más destacables pregunta a tus amigos y familiares, en algunas de ellas te reconocerás.

Por supuesto, nunca es tarde cuando se trata de vivir como tú realmente deseas.

Piensa, si tienes 50 años aún te quedan al menos 15 de vida laboral,

¿cómo piensas vivirlos?.

Por supuesto, la idea es poder vivir de aquello que te encanta, pero el factor disfrute es lo más importante para poder dedicarle todo el tiempo y esfuerzo que requiere un cambio de rumbo profesional.

A veces creemos que algo nos encanta hacer algo hasta que se convierte en una rutina y entonces se nos hace tedioso.

No tengas miedo a probar a cosas nuevas o a incorporar a tu día a día aquello que crees que podría ser TU PASIÓN, ahí es donde verás realmente si es tu “Elemento”.

Prueba, busca, pregunta, busca ayuda profesional, inténtalo, pero no te quedes en tu zona de confort.

Dicen que todas las personas creativas tienen pasión por lo que hacen y realmente es al contrario, la pasión es el impulsor de la creatividad. Todos los seres humanos, de una manera u otra, somos creativos y así lo expresamos claramente en nuestra infancia. Si hacemos aquello que nos gusta, el disfrute nos llevará a la tan anhelada creatividad.

Para los que os inicies en esta búsqueda os recomiendo el libro antes mencionado de Ken Robinson, El Elemento, en él encontraréis claves que os ayudarán a descubrir vuestras pasiones y habilidades.

No importa lo que sea, sin prejuicios y sin importarnos si a los demás les gusta o no. Lo realmente importante es que nunca dejemos de perseguir aquello que nos hace felices. Nadie ha dicho que sea fácil, ni que sea un camino llano, pero podemos cambiar de opinión tanta veces como queramos y por supuesto encontrar tantas pasiones como la vida dure.

POR ÚLTIMO…

Quizá creas que no puedes vivir de aquello que más te gusta del mundo, pero ahí es donde toca ser creativo.

Abre el abanico de posibilidades.

¡Merece la pena intentarlo!

Inma Brea